Como supongo es bien sabido (o supuesto) por todos, lo comento por si alguien se está iniciando en este mundo, cuando queremos participar en un torneo hay que pagar una entrada (buy-in).
Las de los torneos de este calibre, como el European Poker Tour, no son precisamente baratas. Para que os hagáis una idea, la del EPT de San Remo rondaba los 5000€. Como hay gente que no dispone de ese dinero, vende participaciones (como si fueran acciones de bolsa). Si luego el jugador gana dinero, reparte el premio en partes proporcionales a las participaciones compradas.
Bien, una vez aclarado esto, sigamos con la noticia.
Rijkenberg había anunciado que él solo había pagado el 50% y el resto lo había vendido en participaciones. Pero, parece ser que en realidad había vendido mas del 130%. ¿Cómo es esto?, se preguntarán algunos. Pues el truco consiste en que si quedaba en algún puesto sin beneficio económico, el tendría ganancias.
¿Qué ha pasado? Ha ganado y ahora toca repartir beneficios. El premio han sido 1,5 millones de euros. Y le sale a devolver unos 2 millones de euros a sus inversores.
Sí, le falta medio millón, que forma más tonta de meterse en lios...
Aquí tenemos una foto suya, sonriente tras la victoria, supongo que con el marrón que tiene encima ahora no lo estará tanto.
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